Muy buenas a todos!
Esta semana vamos a tener presente de nuevo la importancia de parar a pensar antes de hablar y actuar. Sobretodo para no juzgar sin saber, o sea, casi siempre.
Lo hacemos con este estracto de Las fábulas de Esopo.
” El hombre y la hormiga”
Un día se fue a pique un navío con todos los pasajeros dentro. Un hombre, testigo del naufragio, decía que las decisiones de los dioses eran injustas, puesto que, por perder un solo ímpio*1, habían hecho perecer también a muchas personas inocentes.
Mientras así hablaba, sentado en un sitio que estaba muy cerca de un hormiguero, sintió como una hormiga subía por la pierna y le mordía. El hombre, para castigarlas, las aplastó a todas.
Entonces se le apareció Hermes, y dándole con su caduceo*2, le dijo: – Admitirás ahora que los dioses juzgan del mismo modo que tu juzgas a las hormigas?
Cuando ocurre alguna desgracia, no blasfemes contra los dioses ( la vida ), mas examina tus propias faltas.
*1- persona que no demuestra devoción o respeto religioso. *2- vara con la que se representaba a Hermes, en la que se enroscaban dos culebras. Era un símbolo de la Paz, hoy en día lo es de la medicina y el comercio.
Este texto sirve para recordar que todos estamos en el proceso evolutivo, nadie somos mejor ni peor que nadie.
Muchas gracias por leerme y que tengáis una buena semana!
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